jueves, 12 de noviembre de 2009

...All you need is love...


Hace unos ocho meses Dito llegó a nuestra casa. Un pequeño perro que la hipocondría que sufro desde que tengo uso de razón me hizo rechazar. Nunca me gustaron los animales y como la ignorancia es atrevida me reía de aquellas personas que personifican a su perros. Ahora me pregunto que cuantas veces juzgaremos sin saber?.


Ocho meses de convivencia después me he hexo al perro y me he convertido en una de esas personas que van por la calle hablando con él, incluso creyendo que algo entenderá y que quita las mierdas de su perro, sean del estado que sea con total naturalidad.


Desde que está en nuestras vidas he aprendido más del comportamiento humano que del animal. Al principio me sorprendía como todo el mundo caía rendido a sus pies y como gente que siempre había estado ajena al cariño no tenían ningún problema en mostrárselo a él y derrochar besos abrazos atención y juegos. Algún tiempo después y tras estar examinando este comportamiento descubrí que todos esos besos y atenciones a un simple perro, no era mas que la carencia manifiesta del ser humano de inocencia.
El perro representa esa fuente de inocencia que dimos por perdida al cumplir los doce y del que tan sedientos estamos en este mundo sin esperanza.
No importa lo alto, lo arisco, lo hipocondríaco que seas todos necesitamos mantener y vivir con un poco de inocencia a nuestro lado.

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