lunes, 30 de noviembre de 2009

...mi, me, contigo...


Me gusta ir al gimnasio en coxe y y aunque me llevo horas planchandome el pelo después me gusta despeinarmelo para darle un toque mas cool, no me gusta el desodorante porque me han dicho que es cancerijeno, sin embargo no siento ningun tipo de reparo en meterme un cigarrillo en la boca. Me siento especial aunque me parece patética la gente que así nos creemos.


Cobardía falsamente superada.


Demasiado vieja para saber que en mi vida hare nada demasiado grande, demasiado joven para perder la esperanza en hacerlo. Demasiado inteligente para creer en la felicidad.


Me gusta observar el mundo y lo veo como algo tan ajeno a mí, tan vacío de significado y contenido. No le encuentro la gracia a este sistema impuesto, no le encuentro la gracia ni el significados a las reglas de este juego absurdo que nos autoimponemos sin nisisiquiera plantearlo. Veo las sonrisas precocinadas y me siento tan fuera de mi hogar.Miro mi reflejo en espejo y me aburre tanto envejecer con él.


Admiro a la gente que encuentra la felicidad en lo terrenal y que mira el mundo como algo suyo aceptándose en su mediocridad.


Odio a los explotadores, odio que las dorgas sea la única oportunidad que ns brida la vida para escapar momentáneamente de esta realidad aplastante, odio los cigarrillos de menta y los chicles que pican, la prepotencia y la cobardía, los niños, los móviles, los relojes de pulsera, no encontrar aparcamiento, que la radio no comprenda que no somos subnormales y que esa música es una mierda y este mundo tan seco de felicidad, tan sucio y con tan poco espacio para las alas abiertas ah! y la oreja de van gohg!. Me gusta la pintura de uña roja y los cuadros, el aquarius y el ruido que hace el teclado del ordenador cuado escribo, albertucho, los ángeles y pasear con mi perro Dito por el parque, porque me da la compañía necesaria para no andar sola y el silencio necesario para ir pensando en todas este montón de porquerías y tonterías que se acumulan en la cabeza.

domingo, 29 de noviembre de 2009

....días y días...


Hay días que salgo de las prácticas corriendo y corro y corro y lo hago incluso cuando mis podridos pulmones se rinden, como si con ello pudiera escapar de esta vida que me asfixia.Pero sólo llego al coche.


Hay días que rasco las heridas de mis orejas para recordarme que la corona me queda demasiado grande, que no es mía y que no es sano sujetarla con las orejas, que debería encajar mejor.


Hay días que me despierto y cierro los ojos para seguir soñando, aunque en algún momento la mañana me termina atropellando. Días en los que mis ojos vomitan toda la angustia que siento, en forma de lágrimas.


Y otros en las que tapo mi cabeza para huir de mis pensamientos y cierro los ojos para no escuchar los gritos que escupe mi alma.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Pesadilla antes de navidad


Érase una vez en un tiempo no muy lejano el mundo ardía y el cielo pesaba por todo el azufre que tenía. Lo hippy era solo una moda y las personas andaban encadenadas por un único pensamiento.


La libertad era solo una palabra vacía, que nadie terminaba de entender.
Las masas de personas se difuminaban en una mancha gris que lo invadía todo. La anorexia era algo cotidiano mientras que nuestro silencio asesinaba a miles de personas en todos los rincones del mundo.


Nuestro vacío existencial lo llenaba la suciedad de objetos inútiles.
Acorraladas por una afilada realidad e hipnotizados por la publicidad, no existían verdades donde refugiarse de esta lluvia de mentiras que envenenaban nuestros cerebros.
La navidad era solo una oportunidad para jugar a ser felices, mientras subíamos la economía del país.


Hubo un tiempo en el que ser bueno no merecía la pena y las sonrisas eran un bien preciado en peligro de extinción, el mundo se derretía y chorreaba odio y angustia de aquellos que no encontraban una sombra donde descansar dentro del horno de repugnantes mentiras donde nos moldeaban a su gusto, publicistas, mercaderes, dioses, políticos e ignorantes que lo único que pedían es que el horno le moldeara las caderas lo más finas posible.

jueves, 12 de noviembre de 2009

...All you need is love...


Hace unos ocho meses Dito llegó a nuestra casa. Un pequeño perro que la hipocondría que sufro desde que tengo uso de razón me hizo rechazar. Nunca me gustaron los animales y como la ignorancia es atrevida me reía de aquellas personas que personifican a su perros. Ahora me pregunto que cuantas veces juzgaremos sin saber?.


Ocho meses de convivencia después me he hexo al perro y me he convertido en una de esas personas que van por la calle hablando con él, incluso creyendo que algo entenderá y que quita las mierdas de su perro, sean del estado que sea con total naturalidad.


Desde que está en nuestras vidas he aprendido más del comportamiento humano que del animal. Al principio me sorprendía como todo el mundo caía rendido a sus pies y como gente que siempre había estado ajena al cariño no tenían ningún problema en mostrárselo a él y derrochar besos abrazos atención y juegos. Algún tiempo después y tras estar examinando este comportamiento descubrí que todos esos besos y atenciones a un simple perro, no era mas que la carencia manifiesta del ser humano de inocencia.
El perro representa esa fuente de inocencia que dimos por perdida al cumplir los doce y del que tan sedientos estamos en este mundo sin esperanza.
No importa lo alto, lo arisco, lo hipocondríaco que seas todos necesitamos mantener y vivir con un poco de inocencia a nuestro lado.